Mikel Echavarren, consejero delegado de Irea. Informe inmobiliario:
En el año 2013 se han iniciado en España las operaciones de inversión en deuda hipotecaria por parte de los fondos de inversión internacionales.
Se ha producido un efecto llamada por las primeras transacciones de inversión distressed realizadas por fondos en el primer semestre de 2013, que han demostrado que las barreras existentes anteriormente sobre el riesgo de invertir en España se han eliminado.
La adquisición de deuda hipotecaria fallida o con riesgo de impago permite gestionar a los inversores rentabilidades potenciales superiores a las de la adquisición de activos inmobiliarios, básicamente porque se amplía dicho margen mediante la compra con descuento de la carga hipotecaria.
Otra posibilidad que abre este mercado es la de permitir al promotor inmobiliario buscar proactivamente a un fondo de inversión que permita recuperar parte del valor perdido de sus activos, facilitándole a dicho fondo la adquisición de deuda.
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