Una cosa es querer entrar en el ladrillo y otra encontrar el camino idóneo para hacerlo.
Las posibilidades que existen hoy en día para apostar por el negocio inmobiliario son cuatro: los fondos inmobiliarios, las socimi, las acciones de inmobiliarias de la bolsa y la compra directa de inmuebles
Sociedades anónimas cotizadas que invierten en bienes raíces que generen ingresos. Grupo Lar ha lanzado una socimi en el mercado continuo, respaldada por la gestora de fondos Pimco.
“Las socimi simplifican la inversión inmobiliaria porque no te haces responsable del patrimonio", defiende Ciro Fernández Martín-Forero, resposable de Altius Socimi
Instituciones de inversión colectiva que apuestan en inmuebles para su explotación. “los fondos inmobiliarios están muy tocados desde el caso del Santander”, recuerda Juan Hernando de Inversis. "No eran buenas alternativas” porque en los años de bonanza no recogían correctamente el comportamiento del mercado “las rentabilidades no eran lógicas”.
Esta vía no cuenta con el visto bueno de los expertos si lo que se busca es una inversión no especulativa. “Es muy complicado fijar un precio para esas acciones por la depreciación que han sufridos sus activos y por el alto endeudamiento que arrastran”, expresa Joaquín Casasús, director de Abante Asesores.
Es necesario estudiar la relación entre la rentabilidad y el riesgo. “El mercado residencial no es una buena inversión porque las casas en propiedad tienen un componente emocional que es muy difícil justificar desde el punto de vista financiero”, sostiene Joaquín Casasús de Abante Asesores.
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