- La actualización de la renta antigua.
- La nueva tributación en el arrendamiento de vivienda habitual tanto para el propietario como para el inquilino.
- Más impuestos sobre la venta de activos inmobiliarios residenciales de segunda mano.
- Exenciones referentes a desahucios o daciones en pago.
Son las nuevas reglas del juego inmobiliario en cuanto a tributos se refiere.
En Inmogesco han realizado una infografía que recoge los principales cambios fiscales en el ámbito inmobiliario, algunos de ellos especialmente claves para la recuperación del Sistema.
Los cambios más polémicos en los impuestos que afectan al inmobiliario
Uno de los cambios fiscales y legales más importantes sobre el sector inmobiliario que se llevaron a cabo en 2014 y que entraron en vigor el 1 de enero fue el permitir a los dueños de locales y viviendas de renta antigua, a cuyos inquilinos amparaba la ley hasta ahora, adecuar el precio del alquiler al mercado actual. Esto implica que miles y miles de pequeños negocios arrendatarios hayan visto dispararse los precios de los alquileres de sus activos inmobiliarios, que se han mantenido intocables y en cifras mínimas durante décadas.
Por otro lado, la reciente Reforma Fiscal acaba también con la deducción por
arrendamiento de vivienda habitual, esto es, los beneficios en la
Declaración de la Renta para los
ocupantes con rentas por debajo de 24.107 euros, quienes podían llegar a
deducirse hasta un 10,05% del pago del alquiler de su vivienda habitual.
Para el propietario,
con la nueva reforma fiscal que afecta al mercado inmobiliario desaparece la exención vigente del 100% que se
aplicaban los propietarios de una vivienda cuando los inquilinos eran menores
de 35 años y se iguala la exención para todos, un 60% para los contratos
firmados a partir del 1 de enero.
Pero sin duda, la reforma más polémica ha sido el varapalo fiscal sobre las viviendas de
segunda mano, que, aunque fue relativamente suavizado durante 2014,
afectará a los impuestos de aquellos propietarios cuyas ganancias patrimoniales
(o la suma acumulada del valor de transmisión de todos los bienes inmobiliarios)
superen los 400.000 euros.
Con esta medida, lo que el Gobierno intenta es corregir el
efecto de la inflación sobre las viviendas anteriores al año mencionado, para
enmendar en cierta forma, los desorbitados precios que llegó a alcanzar la
vivienda durante aquella época, y que dio pie a la famosa “burbuja del sector
inmobiliario”
Los pasos adelante en el mercado inmobiliario
Pero no todos los cambios han sido negativos para propietarios y arrendatarios. En el caso de los desahucios, esta Reforma da un pequeño paso adelante para proteger a aquellos ocupantes de una vivienda habitual sin recursos para poder hacer frente al pago de la deuda.
Un propietario de vivienda que no pagase las cuotas de su hipoteca
se enfrentaba a una ejecución o negociaba una dación en pago. Estas operaciones
provocaban el pago de impuestos por el aumento de deuda que suponían los
intereses y penalizaciones de demora provocados por su préstamo inmobiliario.
Ahora esta plusvalía que genera la dación en pago o ejecución hipotecaria queda
exenta pero únicamente si es vivienda habitual y el propietario no dispone de
otros bienes para afrontar el pago.
Sin embargo, las voces más expertas del sector inmobiliario sostienen
que algunos de estos apartados, como la desaparición de la deducción por
alquiler de vivienda habitual, es un error si el objetivo es reactivar la
economía, y optan por aumentar los incentivos a la vivienda y al alquiler.
El Blog Inmobiliario
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